Con dos shows en la Ballena Azul, la banda de música para niños marcó un nuevo éxito y reconocimiento en su carrera artística.
Por Ruth Oitana
“Vivimos dos noches llenas de magia en el concierto sinfónico en la Ballena Azul del CCK. No hay manera de describir tantas emociones por lo compartido”, de esta forma y seguida de muchos agradecimientos los tres integrantes del grupo “Pim Pau”, resumieron desde sus redes sociales lo que sin dudas significó un momento histórico en la carrera artística de esta banda dedicada a componer canciones para los más pequeños. Es que haber sido invitados para realizar dos conciertos con la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, en vacaciones de julio y en el Centro Cultural Kirchner (CCK), es un gran orgullo para Eva Harves, Cassio Carvallo y Lucho Milocco, con quien dialogó El Impreso del Oeste para conocer más sobre el espectáculo ofrecido a sala llena ante unos 1.900 espectadores por función.
“Nunca nos hubiésemos imaginado estar participando de un show sinfónico, en ese contexto y en esas condiciones”, comenzó Lucho para tratar de explicar lo que significó esta experiencia. “No es que no lo queríamos sino que no era una posibilidad palpable para el grupo en el momento antes de ser convocados y además por quién fuimos convocados”, aseguró y continuó diciendo: “Fuimos contactados por el Pollo Raffo, que es un músico de gran trayectoria que compartió escenario con grosos como Spinetta o Lito Vittale y que actualmente se encarga de la producción artística de la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto y que tenía el pedido desde el CCK de programar un espectáculo destinado a las infancias”.
Fue la primera vez que esta orquesta sinfónica realizó un espectáculo destinado a los más chicos. “En ese punto Raffo contactó a Javier Mareco que es un músico que hace los arreglos musicales a la banda de Vitale y que tiene un nene chico que es fan de Pim Pau y que ya había visto un espectáculo nuestro en el Konex. Así comenzó todo, por una casualidad ya que fue Mareco quien propuso llamarnos para el espectáculo”, contó Milocco.
Entre el protocolo y el caos
“Para nosotros fue una sorpresa tremenda, una alegría y un honor pero, en realidad, no sabíamos cómo iba a ir todo ya que estamos en mundos muy distintos. El mundo de la orquesta es muy académico, muy estricto, está todo escrito, los músicos son de altísimo nivel y parte del elenco estable y tienen una relación de trabajo muy estructurada. Por otro lado, nosotros somos más caóticos sobre el escenario y para nada académicos”, indicó el músico y cantante sastrense para graficar que, si bien todos son artistas, conjugan dos mundos totalmente diferentes.
“De todas formas dijimos enseguida que sí y en dos meses se armó todo. Contactamos con el productor artístico y el director de la orquesta invitado para la ocasión, Federico Sarella, y fue todo muy lindo. A su vez, Mareco hizo unos arreglos de los temas que elegimos para cantar donde intervenían los instrumentos de la orquesta con unos recursos muy originales para ponerlos en función de una narrativa lúdica. Eso fue increíble. Las intervenciones no eran solamente musicales, sino actorales que fueron parte de la magia del espectáculo”, destacó Lucho.
“Javier armó los arreglos de los doce temas en un tiempo récord y en esos dos meses fuimos teniendo intercambios con Raffo, Mareco y Sardella. Una vez que estuvieron listos los temas, la orquesta ensayó dos semanas pero nosotros con ellos sólo tuvimos tres ensayos previos a los dos shows que se realizaron el miércoles 20 y el viernes 22”, contó Milocco.
Lucho resaltó que el primer ensayo entre Pim Pau y la orquesta “fue muy formal. No sabíamos si estos músicos conocían nuestro trabajo. Pero el director invitado para dirigir la orquesta fue un excelente nexo entre nosotros y los músicos y ayudó a que todo fuera más descontracturado. A partir del segundo ensayo ya comenzamos con las selfies con los músicos con hijos o nietos pequeños y el tercer encuentro fue mucho más cálido y dinámico, a pesar de que estaba todo guionado”.
A pesar de la estructura, Pim Pau logró como siempre el “feedback” con el público y ocurrieron cosas fuera de guiones y partituras. “Pudimos bailar e interactuar con la gente e incluso en un momento los bandoneonistas de la orquesta se levantaron y bailaron la canción “La Mascota”. Lo que es algo impensado en un músico de orquesta”,
A sala llena
En los dos shows gratuitos realizados en la sala sinfónica La Ballena Azul del CCK, los tickets se agotaron a los 15 minutos de habilitarse la boletería. Fueron unos 1.900 espectadores por concierto lo que para Pim Pau significa “una gran sorpresa para todos ya que Pim Pau es una banda conocida pero en las redes y por la gente que tiene hijos o nietos pequeños. No somos Piñón fijo o Topa que tienen una carrera más mediática. Sin embargo, las entradas se agotaron a los pocos minutos y fue algo inesperado para los organizadores y hay posibilidades de que se repita ya que quedó mucha gente afuera y todo salió muy bien”.
En cuanto a las presentaciones, sólo el segundo concierto fue filmado, previa autorización de la orquesta para poder hacerlo y la grabación puede verse en el canal de youtube del CCK.
Fue la primera vez en los 90 años que tiene la orquesta en que se la filmó y transmitió en vivo por streaming, lo que para los integrantes de Pim Pau significa “un hecho histórico, una predisposición de la orquesta después del primer concierto y que terminó siendo una experiencia hermosa”
Finalmente Lucho agradeció en nombre de toda la banda “a quienes nos invitaron y nos dieron tanto cariño y buena onda. A Federico Sardella por acompañarnos con amorosa profesionalidad. A Javier Mareco por la belleza de sus arreglos. Al Pollo Raffo, el Ministerio de Cultura de la Nación, al organismo de elencos estables, a todo el equipo del CCK y a ese público maravilloso que agotó las dos funciones y las llenó de baile y canto y arengue cósmico”.
