Por: Doctor Andrés Abdo – Urólogo
En el marco del mes de la prevención y concientización del Cáncer de Próstata traigo a considerar información para la población general y algunas reflexiones.
El cáncer de próstata es una enfermedad maligna que se desarrolla en la glándula prostática, la cual sólo las personas con pene poseemos, y se encuentra localizada por debajo de la vejiga, rodeando parte de la uretra. Es el tipo de tumor maligno más frecuente en los hombres, aproximadamente 1 de cada 7 hombres presentan potencialmente esta enfermedad.
Los principales factores de riesgos son, primero, la edad. Los hombres mayores de 65 años tienen mayores posibilidades de padecer esta enfermedad. Y segundo, tener antecedentes familiares de la enfermedad, tanto paternos como maternos (padre, tío, hermano, abuelo, primo).
Si bien se sabe que la alimentación rica en grasas, el sobrepeso y la vida sedentaria pueden tener una relación indirecta en el desencadenante de la enfermedad, no se recomiendan formalmente medidas preventivas y/o dietéticas para prevenir el cáncer de próstata. Una dieta equilibrada y la realización de actividad física son recomendaciones básicas que todo médico debe promover.
Es importante resaltar que la próstata comienza a crecer normalmente por cuestiones hormonales mucho tiempo antes de los 50 años de edad, pero ese crecimiento la inmensa mayoría de las veces no tiene que ver con una enfermedad maligna. Es común recibir pacientes que consultan al médico por dificultad para orinar, retardo o poca presión al orinar, ardor durante la micción (orinar) o sentir que no vacían bien la vejiga. Estos síntomas muchas veces son producto o consecuencia de un agrandamiento prostático benigno (hiperplasia prostática benigna).
La detección temprana del cáncer de próstata es fundamental para el paciente, dado que existen múltiples estrategias en el tratamiento. Por eso, los urólogos hacemos especial hincapié en el tamizaje o screening de esta patología, el cual consiste en un control anual a toda persona con pene mayor a 50 años (sin antecedentes familiares). El control consiste en una entrevista médica dirigida, análisis de sangre (PSA=Antígeno Prostático Específico) y examen físico, incluyendo el tacto prostático. Además, es fundamental la consulta urológica antes de los 40 años para aquellas personas con antecedentes familiares de la enfermedad.
Consideraciones importantes:
Es importante dejar en claro que el PSA elevado no es sinónimo de enfermedad maligna de próstata, como así tampoco un valor dentro de los parámetros de referencia la descarta. Los anteriormente mencionados son exámenes complementarios que nos brindan información valiosa en la evaluación general de un paciente en particular, y deben ser considerados por un especialista, es decir, un urólogo.
Aunque el cáncer de próstata es finalmente diagnosticado por medio de biopsia prostática, la sospecha inicial realizada mediante el interrogatorio, examen físico y análisis de sangre (PSA) son fundamentales para la detección precoz de esta patología. En primera instancia, porque son masivamente reproducibles y, finalmente, porque son los métodos comprobados científicamente que permiten la detección de la enfermedad, aún en individuos sin síntomas.
El cáncer de próstata es una enfermedad silenciosa durante un largo tiempo, no presentando síntomas específicos tempranamente, por ello la importancia de los chequeos anuales realizados por un profesional.
Algunos de los síntomas de presentación tardía pueden ser dolores óseos, sangrado al orinar, entre otros. Con la ayuda de la tecnología, tenemos actualmente múltiples herramientas que permiten el diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado para combatir esta enfermedad.
No nos olvidemos que la detección temprana salva vidas. Por eso, recomiendo que te hagas controles. Informate, consulta y pasa la información con tus allegados.
Quiero agradecer formalmente a la Asociación Médica del departamento San Martín por el espacio, ya que considero que la prevención y el diagnóstico temprano de ésta y otras enfermedades son el pilar de la salud pública y colectiva.
