En la semana del ambiente recordamos las palabras del médico Damián Verzeñassi sobre el reconocimiento científico a los resultados de los campamentos sanitarios. Resaltó la necesidad de cambiar el modelo productivo
Por Luis Emilio Blanco
“Además del riesgo de morir por cáncer en estas localidades, este trabajo pone en evidencia la necesidad de poner en discusión y frenar el avance de un modelo de producción que es veneno dependiente y está generando este daño”, dijo el médico e investigador, Damián Verzeñassi, en relación al estudio difundido que establece que la posibilidad de enfermar y morir por cáncer en los pueblos fumigados de Santa Fe es 2,5 veces superior a la media nacional.
Verzeñassi, quien dirige el Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y junto a su equipo organizó 40 campamentos sanitarios que se realizaron en Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos entre 2010 y 2019, consideró que “si se asocian estos resultados con el trabajo realizado por Rafael Lajmanovich respecto a la extraordinaria presencia de venenos de la agroindustria en los peces del río Salado (Récord mundial de niveles de agrotóxicos…) se alcanza la evidencia más acabada de que es mentira, es falso esto de que uno puede controlar el veneno que tira en un campo. Nadie tira veneno en un río y sin embargo los peces estaban con niveles extraordinariamente altos de venenos”.
“Tengamos en cuenta que esas localidades están expuestas a ese tipo de químicos. Entonces requerimos hoy de una política seria que restrinja el uso de esos venenos, muchos de los cuales están prohibidos a nivel global por su daño en la salud ya demostrado, y que estimule a que los productores puedan hacer una transición hacia un modelo que no les permita seguir enfermando, pero que tampoco los condene a desaparecer”, dijo el médico a los periodistas José Maggi y Sergio Rinaldi, en el programa informativo “Trascendental” de LT8 AM 830.
En es sentido, destacó que “pretendemos que la gente pueda hacer su trabajo sin necesidad de matar o poner en riesgo la vida de otro”.
Reconocimiento internacional
Este trabajo, que cobra fundamental importancia al haber sido publicado por una de las 50 revistas de epidemiología más importantes del mundo, tiene otras lecturas más allá de los índices duros que arroja del territorio investigado. “Para nosotros es fundamental el rol que cumple la universidad pública cuando toma la decisión política de salir a jugar a favor de las comunidades y construir información científica y estadística, que no construyen otros niveles del Estado, para poder garantizar desde la ‘Ciencia Digna’ información clave para la toma de decisiones y la defensa de la salud de los pueblos”, reforzó Verzañassi.
“Habría que ver si quienes tomaron la decisión de prohibir los campamentos sanitarios en la Facultad de Ciencias Médicas a fines de 2019, tienen alguna vinculación con quienes poseen poder de decisión en el Laboratorio de Toxicología que trabaja para la industria de los agroquímicos”, denunció el médico.
“Con esta publicación en una revista científica, nuestro trabajo termina de obtener el reconocimiento de la comunidad científica que ya tenía en los pueblos y comunidades que habitan estos territorios (Acebal, Arteaga, Chabás, Luis Palacios, San Genaro, Sastre, Timbúes y Villa Eloísa). Pero algunos ex funcionarios y decanos de Medicina lo intentan soslayar seguramente movidos por algunos otros intereses”, disparó Verzeñassi y añadió que “felizmente hoy ya no hay dudas de lo que nosotros hicimos junto a estudiantes y docentes, porque esto no es un trabajo de Verzeñassi y su equipo, sino de la universidad pública, que durante nueve años recorrió más de 40 localidades, se juntó con la comunidad y construyó la legitimidad profunda que da recorrer el territorio. La ciencia con sus mecanismos lo que hace es validar o no algunos procedimientos y metodologías y hoy demostró que la nuestra es totalmente válida”.