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Activa campaña por instalar el Día Nacional del Puerperio

Especialistas en crianza, doulas y mapadres de todo el país se hacen eco del petitorio de @AyMamucha, para tomar consciencia y visibilizar qué es el puerperio y su difícil transitar.

Por Manu Abuela

La campaña comenzó desde el Instagram de China y Juli, madres y amigas que, a la distancia, decidieron crear @AyMamucha con el fin de compartir con otras mujeres todo lo que viven a diario durante la maternidad de sus hijes. Desde su cuenta con más de 32mil seguidores, a través de imágenes y escritos, llegan a miles de mujeres que se sienten identificadas con sus sentires, experiencias e indignaciones, alegrías y tristezas, en ese sube y baja emocional que es la maternidad.

Uno de los tantos temas que fueron abordando en sus posteos fue el del puerperio. “El puerperio cuesta. Cuesta sueño, cuesta vida, cuesta relaciones de pareja y la sanidad de la mente y del cuerpo. Cuesta mucho. Cuesta decirlo, entenderlo, aceptarlo, y hasta cuesta acompañarlo. Y acá va, de una puérpera a otra puérpera: hablemos de todo para no sentirnos solas, para confirmar que no estamos locas. Hablemos de lo que sea, pero hablemos. Porque el silencio es hostil y cuando desaparecen los fantasmas de la oscuridad y la carencia, en el medio de este hermoso caos al que llamamos vida, nace en nosotras -libre de culpas y prejuicios- la madre que siempre supimos que podíamos ser”, escribieron China y Juli en su cuenta.

Ésta publicación, al igual que todas las que trataban el tema en cuestión, recibieron centenares de comentarios de mujeres que se sentían identificadas y que, reconociendo en ellas su emoción, se animaron a enunciar (al menos de forma escrita) que vivieron lo mismo y que era la primera vez que alguien les mostraba la maternidad tal cual era, con sus luces pero también con sus sombras.

Así fue que muchas mamás famosas, doulas reconocidas y especialistas en crianza comenzaron a tomar noción de la importancia de realizar una campaña en torno a la necesidad de que la sociedad conozca qué es el puerperio y qué necesita una persona puérpera. De esta forma, se creó diadelpuerperio.org, una página web donde dejar tu firma para instituir el Día Nacional del Puerperio.

Definiendo

En una entrevista exclusiva con Elisa Ridolfo, musicoterapeuta, doula, diplomada en crianza fisiológica y terapueta corporal, explicó que “la definición de Google, que consiste en que puerperio son los 40 días posteriores al nacimiento de un hijo, es errónea y alejada de la realidad, ya que el puerperio es un estado de extrema sensibilidad, propio de les mapadres, que no tiene una duración específica porque depende de cada familia, del proceso de individualización del bebé, del contexto, entre otros factores”, detalló.

La especialista destacó que el puerperio es un proceso fisiológico, natural, una necesidad vital que sí o sí atraviesan las personas que mapaternan, no necesariamente las mujeres que paren, sino los compañeros que transitan a la par esos procesos o las personas que adoptan.

Durante el puerperio hay una necesidad vital de criar. Aquí es muy importante el autorregularnos, satisfaciendo necesidades fisiológicas como comer, dormir. Pero en este momento de la vida comer bien o dormir lo suficiente es una empresa que no siempre se logra, hay un cuerpo que nos exige menos horas de sueño o no dormir cuando queremos, ni comer la cantidad o en el momento que deseamos. Esto nos desregula y aparece la incomodiad, la inquietud, el malestar, propios de esta etapa en cuestión”, nos aseguró la experta.

Existen diversos factores que inciden en el puerperio. Según Ridolfo: “Uno de ellos es el postparto. Muchas veces hay secuelas por violencia obstétrica, por intervenciones innecesarias que salen de los parámetros fisiológicos y naturales y ésto desrregula a las mujeres que acaban de parir. Otro factor es la lactancia. A veces fluye, de forma armoniosa y fisiológica, y a veces no. Por ejemplo, si el parto se da mediante cesárea puede que la lactancia de forma diferencial que en los partos vaginales. Y cuando la lactancia no se da, o se da de una forma dolorosa, difícil, eso también incide en el puerperio. Nuestra propia historia también. La mapaternidad nos pone de cara con nuestra propia crianza, y muchas heridas que parecían cerradas se vuelven a abrir”.

Criar en red

Además, otro factor clave durante el puerperio es el acompañamiento. Las personas que constituyen el círculo íntimo de les mapadres deben sostenerlos, haciendo hincapié no sólo al nuevo ser que llega al mundo sino, y por sobre todo, cuidando a esa familia que nace junto con él. Así lo explica Ridolfo: “El entorno es clave. Si criamos solos y no en red el puerperio se hace cuesta arriba. Por eso, cuando vamos a visitar a una mamá por primera vez luego del parto, más que estar con el bebé es fundamental brindarle una ayuda a ella con cuestiones básicas, como preguntarle si comió, si necesita que la ayudes a prepararse algo para alimentarse, cortarle la comida, ayudarla a bañarse, a acomodar algún rincón de la casa. Esa es la red de la que hablo, empática, que sostiene a les mapadres para que ellos, a su vez, sostengan al bebé”.

Melina Bronfman, musicoterapeuta, doula y consultora en crianza, quien forma parte de la campaña para instaurar el Día del Puerperio, también habla sobre él pero utilizando otro término: “cuerperio”. Cambió la P inicial por la C bajo la idea de que las mujeres a lo largo del embarazo y luego de éste deben poner el cuerpo. Así lo explicó en sus redes sociales: “No hay territorio más concreto en el que se manifiesta el puerperio que el cuerpo, el mismo que se fue transformando progresiva y lentamente a lo largo de 9 meses y en cuestión de horas (parto) cambiará drásticamente. Y el día siguiente seguirá cambiando. Y al día siguiente también. Montañas rusas de cambios corporales, la vulva, las tetas, suturas, desgarros, los músculos”.

Además, Bronfman habló de la importancia de “cuidar al que cuida”, es decir, de tomar consciencia de la salud mental y física de una mujer puérpera, a cargo de la vida de otro ser humano, en un estado de hipersensibilidad que no es casual, sino que le sirve para poder leer lo que le pasa al bebé. De allí el rol principal del entorno, que no debe criticar ni indicar cómo deben hacerse las cosas, sino garantizar el bienestar de las personas que lo transitan.

Dos de cada diez mujeres embarazadas o con bebés de hasta un año presentan depresión, ansiedad o trastornos del ánimo y de ellas, el 75% no recibe ni el diagnóstico ni el tratamiento adecuado

El mandato

“El puerperio se vive en soledad, angustiadas, calladas en casa. Pensando que somos las únicas que sentimos esto” expuso Juana Repetto para la campaña que @AyMamucha lleva adelante. Y es que muchos son los prejuicios sociales que padecen las mujeres que se animan a decir que la maternidad no es todo color de rosas, rompiendo con el mandato que este sistema heteropatriarcal en el que vivimos les mete a las mujeres por las narices desde pequeñas, mientras hamacan bebotes de plástico a penas aprenden a caminar.

La cocinita, la ropita para cambiar a la Yoly-Bell, la escobita de plástico rosa, jugar a la casita. La socialización en géneros es el primer peldaño de una escalera eléctrica, que sola te conduce hacia la obligación de ser madre, mientras un reloj gigante te aplasta la cabeza.

“Ya estás en edad de tener un hijo, sino después no vas a poder”, te dice tu mamá, que tuvo que aprender a maternar de pequeña, porque “antes se estilaba”. “¿Para cuándo el tuyo, querida?” te pregunta la tía el domingo al mediodía en en el almuerzo familiar, mientras intentás bajar la milanesa con un poco de agua para no contestarle. La escalera no se detiene, hasta que llegás a destino. Pero una vez que sos madre, que llegás a tu casa del hospital con el bolsito en la espalda, el chico en brazos y te encontrás con la soledad de tu hogar, el trabajo acumulado, el dolor en  el cuerpo y la comida sin hacer, te largás a llorar con tu bebé, pero en silencio para que nadie escuche, no vaya a ser cosa que se enteren que no estás sonriendo, ni feliz todo el tiempo. Porque el mandato, además de exigirte que tu cuerpo sea una máquina reproductora, te pide que lo disfrutes all time, porque “esa es tu tarea en este mundo: hacer y criar bebés”.

Lo cierto es que algunas famosas que forman parte de la campaña en cuestión, contaron que en más de una ocasión sintieron miedo de verbalizar esa angustia que a veces las atraviesa, por el simple hecho de que las tilden de “malas madres”. Y así se sigue reproduciendo este ideal de que la maternidad es buena y de que instintivamente las mujeres estamos preparadas para cuidar a nuestro cachorro sin ningún problema en el medio. Pero los problemas aparecen, las emociones se declaran en huelga, el cuerpo muta y, con él, el estado anímico de las personas gestantes que atraviesan esta primera etapa de conocerse: con el bebé y a elles mismes.

Transformar

“El puerperio siempre existió, no es un invento de ahora. Somos muy agradecidas las personas que escuchamos hablar de puerperio antes de atravesarlo, porque como es el encuentro con las propias sombras, nos sumergimos en mucha oscuridad y es necesario visibilizarla y contemplar a les mapadres que lo atraviesan”, contó Elisa Ridolfo.

Por ello, la especialista expuso que una forma de transitarlo es “Poder atravesarlo con consciencia de lo que implica, lo que permitirá poder vivirlo más armoniosamente. Saber que nos vamos a desregular, buscar vínculos y redes que nos ayuden a mapaternar de forma saludable, alejándonos de vínculos tóxicos”.

Otra forma de transitarlo es luchando contra la violencia obstétrica, que deja daños irreversibles en las personas que lo padece. Así se expresó Ridolfo al respecto: “También hay que erradicar la violencia obstétrica. Si vivimos en forma invasiva y permitimos que el sistema médico nos intervenga permanentemente, eso nos aleja del estado fisiológico, nos provoca desconexión con lo que sentimos. Por eso es importante volver a lo natural, respetar nuestros tiempos y acercarnos a nuestro sentir como madres y padres. Lamentablemente el sistema usa la estrategia de alejarnos todo lo posible de nuestra consciencia, de nuestro sentir corporal. Desde la mirada fisiológica, uno trata de vivir en coherencia con el sentir corporal, con lo que fuimos. Nos robaron el sentir maternal, nos desconectaron (el sistema médico). Tenemos que volver a la esencia  y no permitir que nadie nos robe ese momento que estamos viviendo: el parir, el nacer, el puerperio”.

La cruzada

“Con el objetivo de mejorar la experiencia de la maternidad, queremos ayudar a generar conciencia y sacar a la luz los desafíos que enfrentamos las mujeres cuando nos convertimos en madres. Entre la totalidad de las mamás primerizas, la gran mayoría no contamos con la información adecuada sobre los procesos fisiológicos y psicológicos del embarazo y el postparto ni con el acompañamiento y la ayuda necesaria”, expone la campaña en su página web www.diadelpuerperio.org.

La premisa es cambiar al mundo ya que dar a luz y, luego, maternar es la más universal de todas las experiencias. Por eso, mejorar las condiciones en las que las personas gestantes atraviesan ese umbral permitirá reescribir el futuro de la humanidad. “Al fin y al cabo, somos quienes criamos a las personas del mañana”, se lee en el sitio web.

Otro objetivo es generar conciencia y alentar conversaciones que hasta ahora no se han abierto en el ámbito de lo público ni en el de lo privado con respecto a la mapaternidad: “Se nos pide a las madres que nutramos en una sociedad que no siempre nos nutre. Se nos pide que criemos en amor, armonía, respeto y responsabilidad en una sociedad que no siempre nos devuelve lo mismo. Es que las mamás nos acostumbramos a cargar con el peso invisible de una realidad de la que no se habla: existe una romantización de la maternidad, y no se puede actuar sobre lo que no se conoce”, expone la campaña.
La Organización Mundial de la Salud describe el período postparto como la fase más crítica y, sin embargo, la más descuidada en la vida de las madres y los bebés. Un 85% de las mamás no cree que la sociedad comprenda, apoye o acompañe a las mujeres que están criando a la próxima generación.

Además, dos de cada diez mujeres embarazadas o con bebés de hasta un año presentan depresión, ansiedad o trastornos del ánimo y de ellas, el 75% no recibe ni el diagnóstico ni el tratamiento adecuado. Esto se constituye como una problemática, y una de la que nadie habla.

Entonces ¿Cómo revertirla si ni la ciencia, ni la medicina, ni la sociedad acompaña? ¿Cómo mejorar el bienestar físico y social de las personas que transitan el puerperio si ni siquiera se conoce que esta etapa existe? Sumate y firmá la petición para que Argentina sea el primer país del mundo en saldar esta deuda pendiente para con les mapadres. Como reza la campaña “Es hora de tomar a la maternidad en serio, y debemos hacerlo entre todos”.

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